EL ÁREA
NOSOTRES
Nos proponemos ser un espacio cuestionador de prácticas destinadas a transmitir, reproducir y legitimar un lenguaje homogeneizado. Prácticas que desentienden y niegan la multiplicidad de identidades, acervos culturales y experiencias colectivas que expresan otras palabras y otras maneras de “hablar la lengua”. Los procesos de transculturación lingüística crea saberes híbridos y heterogéneos que dan forma a visiones de mundo diversas. Sin embargo la imposición de lenguajes hegemónicos, catalogados como “oficiales”, han marginado históricamente la expresión de esta diversidad cultural, estigmatizándolas, invisibilizándolas o eugenisándolas. A partir de esta perspectiva y del entramado social de luchas y resistencias, donde se tejen lenguas y culturas, pondremos nuestro foco de interés para visibilizar otras experiencias culturales y lingüísticas. No sólo como necesidad histórica, sino también por el afán de reconocer la diversidad en los espacios áulicos que dialogan y se tensionan con la educación tradicional que homogeneiza la heterogeneidad en el aula y las experiencias pedagógicas:
Aceptar que la diversidad en el aula es la regla y no la excepción, reconocer la singularidad de lxs sujetxs en el interior de cada grupo social o cultural -sin legitimar prejuicios producto de generalizaciones mecánicas-, apreciar el valor que para nosotrxs tiene la cultura de lxs otrxs […] (Delia Lerner: 2007).
El área de culturas y lenguajes será un espacio para dialogar con nuestras prácticas de lectura y escritura, como también de nuestra relación con la oralidad y la escucha. No todas las culturas han sido ágrafas o letradas y de ahí la riqueza y complejidad de nuestras prácticas pedagógicas. Los lenguajes y las culturas nos han llegado de diversas maneras y es necesario preguntarnos (ocupantes de un proceso histórico, social, económico, cultural, judicial y político) ¿cómo aproximarnos a diferentes experiencias y procedimientos de leer, escribir, hablar y escuchar? El área pondrá énfasis en estas prácticas como herramientas de acceso al capital cultural y comunicacional:
[...]los problemas del lenguaje siempre abarcan cuestiones ideológicas y con ellas, cuestiones de poder. Por ejemplo, si hay un “modelo culto” es porque hay otro que es considerado inculto. ¿Quién perfiló al inculto como tal?...por lo que peleo, es que se les enseñe a los niños y niñas de clases populares el modelo culto para que...ganen un instrumento fundamental para la lucha necesaria contra las injusticias y las discriminaciones de las que somos blanco. (Freire: 2014)
Entonces, ¿cómo acercarnos a un lenguaje sin perder la voz propia, nuestro modo de llamar y narrar el mundo? Y nosotres al haber transitado un sistema educativo anterior, ¿cómo podemos reconocer si aquello que nombramos como mundo o realidad es realmente nuestra visión y no una impuesta? ¿Qué es lo propiamente nuestro?
Reconocemos de este modo al lenguaje como experiencia humana, cotidiana, de procesos y tiempos diversos, y por lo cual pensamos que una apropiación formal de una lengua (incluida la propia) en encuentros áulicos, es una metáfora. Sin embargo, el área recupera debates de las escuelas y los lenguajes para pensar aproximaciones situadas en torno a las lenguas extranjeras (o diferentes a la nuestra) y reconocernos como parte de un entramado lingüístico, político y cultural. Ubicamos a las lenguas en un campo de disputas simbólicas e históricas, procesos y herramientas de aprendizaje, seguimientos y continuidades, imposiciones, marginaciones y resistencias donde aprendemos lenguas y sobre ellas. Nos parece oportuno que les estudiantes de nuestras aulas puedan tener una experiencia propia ante las herramientas de lo dominante y hegemónico, sin negar su presencia, pero poniendo en discusión la hegemonía y al servicio de la comunidad.
Pensamos que una reforma cultural profunda en nuestra sociedad requiere procesos que descolonicen nuestras prácticas culturales y así recuperar experiencias lingüísticas igualmente legítimas, pero deslegitimadas. El multilingüismo como práctica descolonizante, nos permitirá ser interlocutorxs y productorxs de conocimiento, además de reflexivxs ante otros pensamientos y corrientes academicistas presentes en nuestras currículas y en los cánones lingüísticos y literarios, como en los sentidos comunes y sociales1. Queremos entonces visibilizar y dialogar con las lenguas y culturas presentes en diversos territorios, sin pretender aprendizajes absolutos y deterministas, sino crear la posibilidad de estrechar experiencias que den cuenta de lo diverso en nuestras cosmovisiones. El objetivo será conocer maneras de ver el mundo, de concebir relaciones entre las lenguas y los pueblos latinoamericanos. Es la posibilidad de aproximarnos a una convivencia basada en el respeto por el otrx y trabajar en los entramados de la lengua como dispositivo político, económico, social, racial, cultural, histórico, identitario y de género que pone en juego la convivencia conflictiva de las lenguas, los prestigios y desprestigios de otras.
1 Rivera Cusicanqui, Silvia. “Ch’ixinakax utxiwa: una reflexión sobre prácticas y discursos descolonizadores”. 1a ed. Buenos Aires. Tinta Limón, 2010.
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